@_j0780: #الطرب_الاصيل #طربيات#مواويل_عراقية_حزينه💔 #موالات_حزينة_عراقية💔 #الطرب_العراقي_الاصيل

بنت الريف💕
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Thursday 16 October 2025 15:34:43 GMT
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user54425348
زيد الزيادي الزيادي :
😁😁😁
2025-11-01 16:44:15
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user62111413692498
الهوه العالي :
🥰🥰🥰
2025-10-31 19:04:58
0
.mohmmad898
ابو امير :
الله عالذوق 🌹🌹🌹🍀🍀🍀✨✨🥀🥀🌿
2025-10-22 20:52:59
0
user5102734183717
الباشا :
روعه حظورج جميل
2025-10-22 08:24:57
0
user37026326991028
حزن لا ينتهي 💔 :
❤❤❤
2025-10-18 02:53:25
0
dy3wyu145yqe
سجودي ال مزعل 🫶 :
❤❤❤
2025-10-18 05:55:21
0
user4812705101387
🇮🇶 العراقي🌹 :
🥰
2025-10-20 16:51:50
0
mmmkmkmknkn
. :
🥰🥰🥰
2025-10-31 22:37:39
0
crash_25.00
ال حسناوي # :
🫣
2025-10-18 16:56:44
0
usern8akw82vhl
مسلم الحجامي :
♥️♥️♥️♥️♥️♥
2025-10-19 16:22:25
0
76okpl.plokpl
عماد حواشه :
🥰
2025-10-24 16:48:06
0
4oxo6
ابو موسى :
💐💐💐
2025-10-16 15:43:20
2
user3260227306812
احمد العسكري :
🥰
2025-10-20 21:35:13
0
8xxc19
نــوره 𖠞 𝒩𝒪𝒰ℛ𝒜 𖠓 :
😳😳😳
2025-10-16 15:56:24
1
user6106073770323
الله ياكلبي عله الراح :
💔💔💔
2025-10-17 06:43:58
0
user45514961932476
حسين الحسني :
🥰🥰🥰
2025-10-16 18:50:59
0
473raja
رياض الغرباوي473 :
🌹
2025-10-17 16:20:04
0
10wa10aa
ثابت الغزي :
يسلمو نشر جميل الله يصبرج
2025-10-16 16:59:57
0
whejk666
Eden :
🥰
2025-10-20 09:47:23
0
xx_83r
المصمم البرتغالي 🚀🇵🇹 :
❤❤❤
2025-10-16 15:40:46
1
user96161617913180
علاوي ناصرية🙃❤ :
ألله وكبر 🥺
2025-10-16 18:37:05
0
user51198048181215
...... :
🥰
2025-10-17 15:52:06
0
rya_124
امير الظلام :
2025-10-16 20:25:31
0
user52603790614275
حلم عمري :
🌹
2025-10-23 08:54:39
0
lkjhgfmn16
الحجي :
اويلاه
2025-10-16 15:54:16
1
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CHINA PENSÓ QUE SÓLO OBTENDRÍA ELECTRICIDAD. PERO AL AZOTAR UN DESIERTO CON PANELES SOLARES, CREÓ ALGO QUE NADIE ESPERABA: UN NUEVO ECOSISTEMA  Lo que parecía un simple proyecto de energía renovable terminó siendo un experimento natural inesperado. Al cubrir el desierto de Talatan con miles de paneles solares, China descubrió que bajo su sombra surgía un microclima fértil. El suelo retuvo más agua, aparecieron plantas y nació lo que hoy los científicos llaman “ecosistemas solares”. Cuando China decidió cubrir kilómetros de desierto con paneles solares, lo hizo pensando en producir energía limpia a gran escala. Pero la naturaleza tenía preparada una sorpresa. Un nuevo estudio revela que estas gigantescas instalaciones no solo generan electricidad: también modifican el terreno donde se instalan, creando un microclima que detiene la erosión, retiene humedad y permite que la vegetación vuelva a crecer en un entorno considerado muerto. Una apuesta energética que se convirtió en experimento natural Cuando China comenzó a cubrir el desierto de Talatan, en la provincia de Qinghai, con una de las mayores instalaciones fotovoltaicas del mundo, el objetivo era claro: producir energía limpia a gran escala. La lógica era sencilla: los desiertos ofrecen terreno abundante, sol constante y pocas interferencias humanas. El escenario perfecto para plantar paneles. Lo que nadie esperaba es que ese “cultivo de silicio” terminara alterando el propio ecosistema. La sombra de los módulos fotovoltaicos redujo la evaporación, frenó la erosión provocada por el viento y transformó el suelo en un lugar menos hostil. En otras palabras, la energía que buscaba abastecer ciudades también estaba dando vida al desierto. Los “ecosistemas solares”: ciencia detrás del fenómeno Investigadores de la Universidad Tecnológica de Xi’an lo documentaron en Scientific Reports: bajo los paneles solares del parque Gonghe, el suelo mostró una fertilidad casi el doble de alta que en las zonas expuestas. El secreto está en el microclima: más humedad retenida, menos golpes de calor y un entorno más estable para que broten especies vegetales. Las pruebas se realizaron con un método llamado DPSIR Energía limpia… y fértil  (“Conducción-Presión-Estado-Impacto-Respuesta”), que analizó más de 50 variables. Los resultados fueron contundentes: mientras el suelo descubierto apenas alcanzaba una calificación de 0,24 (pobre), el que estaba bajo los paneles llegó a 0,45 (bueno). Una diferencia suficiente para que el desierto comenzara a teñirse de verde. La paradoja es reveladora: lo que nació como un proyecto para combatir el cambio climático acabó generando un efecto colateral positivo sobre el propio ecosistema. Los investigadores incluso han bautizado a este fenómeno como “ecosistemas solares”, porque no solo generan electricidad, también dan refugio a plantas que antes no podían sobrevivir allí. Algunos expertos sugieren que este modelo podría replicarse en otras zonas áridas del planeta. Desde el Sahara hasta regiones desérticas de Estados Unidos, la combinación de paneles y vegetación podría abrir una vía doble: energía renovable y recuperación ambiental. ¿Un modelo global? El desierto de Talatan, antes símbolo de aridez, es hoy también un laboratorio vivo. Una prueba de que la lucha contra el cambio climático puede traer sorpresas: no solo salvar energía, sino también crear vida donde parecía imposible. Francia ya experimenta con proyectos similares llamados “frutas solares”, donde cultivos crecen bajo estructuras fotovoltaicas. China, con sus desiertos convertidos en mosaicos de placas, podría estar mostrando que la transición energética tiene efectos mucho más amplios de lo previsto.(Por Martín Nicolás Parolari)
CHINA PENSÓ QUE SÓLO OBTENDRÍA ELECTRICIDAD. PERO AL AZOTAR UN DESIERTO CON PANELES SOLARES, CREÓ ALGO QUE NADIE ESPERABA: UN NUEVO ECOSISTEMA Lo que parecía un simple proyecto de energía renovable terminó siendo un experimento natural inesperado. Al cubrir el desierto de Talatan con miles de paneles solares, China descubrió que bajo su sombra surgía un microclima fértil. El suelo retuvo más agua, aparecieron plantas y nació lo que hoy los científicos llaman “ecosistemas solares”. Cuando China decidió cubrir kilómetros de desierto con paneles solares, lo hizo pensando en producir energía limpia a gran escala. Pero la naturaleza tenía preparada una sorpresa. Un nuevo estudio revela que estas gigantescas instalaciones no solo generan electricidad: también modifican el terreno donde se instalan, creando un microclima que detiene la erosión, retiene humedad y permite que la vegetación vuelva a crecer en un entorno considerado muerto. Una apuesta energética que se convirtió en experimento natural Cuando China comenzó a cubrir el desierto de Talatan, en la provincia de Qinghai, con una de las mayores instalaciones fotovoltaicas del mundo, el objetivo era claro: producir energía limpia a gran escala. La lógica era sencilla: los desiertos ofrecen terreno abundante, sol constante y pocas interferencias humanas. El escenario perfecto para plantar paneles. Lo que nadie esperaba es que ese “cultivo de silicio” terminara alterando el propio ecosistema. La sombra de los módulos fotovoltaicos redujo la evaporación, frenó la erosión provocada por el viento y transformó el suelo en un lugar menos hostil. En otras palabras, la energía que buscaba abastecer ciudades también estaba dando vida al desierto. Los “ecosistemas solares”: ciencia detrás del fenómeno Investigadores de la Universidad Tecnológica de Xi’an lo documentaron en Scientific Reports: bajo los paneles solares del parque Gonghe, el suelo mostró una fertilidad casi el doble de alta que en las zonas expuestas. El secreto está en el microclima: más humedad retenida, menos golpes de calor y un entorno más estable para que broten especies vegetales. Las pruebas se realizaron con un método llamado DPSIR Energía limpia… y fértil (“Conducción-Presión-Estado-Impacto-Respuesta”), que analizó más de 50 variables. Los resultados fueron contundentes: mientras el suelo descubierto apenas alcanzaba una calificación de 0,24 (pobre), el que estaba bajo los paneles llegó a 0,45 (bueno). Una diferencia suficiente para que el desierto comenzara a teñirse de verde. La paradoja es reveladora: lo que nació como un proyecto para combatir el cambio climático acabó generando un efecto colateral positivo sobre el propio ecosistema. Los investigadores incluso han bautizado a este fenómeno como “ecosistemas solares”, porque no solo generan electricidad, también dan refugio a plantas que antes no podían sobrevivir allí. Algunos expertos sugieren que este modelo podría replicarse en otras zonas áridas del planeta. Desde el Sahara hasta regiones desérticas de Estados Unidos, la combinación de paneles y vegetación podría abrir una vía doble: energía renovable y recuperación ambiental. ¿Un modelo global? El desierto de Talatan, antes símbolo de aridez, es hoy también un laboratorio vivo. Una prueba de que la lucha contra el cambio climático puede traer sorpresas: no solo salvar energía, sino también crear vida donde parecía imposible. Francia ya experimenta con proyectos similares llamados “frutas solares”, donde cultivos crecen bajo estructuras fotovoltaicas. China, con sus desiertos convertidos en mosaicos de placas, podría estar mostrando que la transición energética tiene efectos mucho más amplios de lo previsto.(Por Martín Nicolás Parolari)

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