Language
English
عربي
Tiếng Việt
русский
français
español
日本語
한글
Deutsch
हिन्दी
简体中文
繁體中文
Home
How To Use
Language
English
عربي
Tiếng Việt
русский
français
español
日本語
한글
Deutsch
हिन्दी
简体中文
繁體中文
Home
Detail
@ms28080: #المغرب🇲🇦تونس🇹🇳الجزائر🇩🇿تركيا🇹🇷_العراق🇮🇶 #ماشاءالله_تبارك_الله_اذكروا_الله #فلفو_تريلات
ابوريتال
Open In TikTok:
Region: SA
Wednesday 18 September 2024 16:18:26 GMT
903
59
9
4
Music
Download
No Watermark .mp4 (
3.48MB
)
No Watermark(HD) .mp4 (
3.48MB
)
Watermark .mp4 (
0MB
)
Music .mp3
Comments
ابوزايد الخالدي 911 :
ماشاءالله تبارك الرحمن حلووه
2024-09-19 18:02:45
2
صالح بن دويرج :
🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣 ياسلام
2024-09-18 22:04:17
1
R :
اساس🫡
2024-09-19 17:53:02
1
ابو عثمان :
ما شاء الله
2024-09-29 20:08:31
1
صقر الشعيبي :
🥰🥰🥰
2024-11-28 18:45:58
1
To see more videos from user @ms28080, please go to the Tikwm homepage.
Other Videos
Reply to @hanahesham92 #fyp #foryoupage #foryou
RIP #pcs #techtok #pcbuild #pcsetup
اخر مرا بنزله #chelsea #enzofernandez
This Anycia song so catchy #tiktokviral #anycia #makemefamous #nickiminaj #trendin #goviral #beef
Hice un live para jugar basta y así se puso con @el_eibi todo un máster. ¡Que gustoso! #juegosdivertidos #basta #jugarbasta #livejuego #humor #comedia #agilidadmental
1. Cerré puertas emocionales. Borré contactos, eliminé conversaciones y dejé de seguir personas que me ataban emocionalmente. No puedes avanzar si sigues espiando el pasado. Y sanar requiere valentía para soltar lo que ya no suma. 2. Aprendí a poner límites desde la claridad. Dejé de justificar relaciones confusas o personas que no estaban alineadas con lo que yo realmente quería. Sí, en el camino me dejé llevar por el afecto, me ilusioné, y compartí abrazos y besos con quien creí que podía ser algo serio. Pero cuando llegó el momento de decidir, puse un alto. Aprendí a ver las banderas rojas que antes prefería ignorar. Y, sobre todo, dejé en claro cuál era mi propósito: no quiero “casi algos”. Quiero amor real, con propósito y compromiso. 3. Cultivé una vida espiritual real. No solo fue orar por orar. Empecé a hablar con Dios con honestidad, a llevarle mi verdad sin filtros. Le conté de mis luchas, de mis deseos, de esas etapas como la ovulación donde una se siente más vulnerable, más sensible, más ansiosa. No le di máscaras, le di mi humanidad. Y ahí, en medio de mi debilidad, Dios se perfeccionó. Él no se escandalizó con lo que yo sentía. Me escuchó, me sostuvo y me enseñó que la castidad también se vive acompañada. 4. Redefiní el amor propio. No se trató solo de verme linda por fuera, sino de respetarme en lo invisible. Entendí que mi cuerpo no es moneda de validación, ni eje de un canje por amor. No debo usarlo ni dejar que lo usen como una herramienta para obtener afecto. Mi cuerpo es un templo en constante reparación, no un atajo para sentirme valiosa. 5. Reprogramé mi mente a pesar del entorno. Sí, intenté alejarme lo más que pude de contenidos que contaminaban mi alma. Pero soy realista: vivimos en un mundo donde a veces ese contenido se cuela sin pedir permiso. En redes, en canciones, en conversaciones. Sin embargo, cuando me veía expuesta, tomaba decisiones conscientes: elegía cambiarlo por una prédica, una alabanza, un versículo, algo que me devolviera al centro. La carne es débil, pero aprendí a alimentar mi mente con lo que fortalecía mi propósito. 6. Transformé el deseo en propósito. Cada vez que sentía deseo físico, en lugar de culparme o reprimirlo, lo redirigía. Canalicé esa energía en escribir, servir, crear, sanar. Aprendí que el deseo no es enemigo, pero tampoco es el que manda. Puse a mi propósito al volante, no a mis ganas. 7. Me perdoné, y me sigo perdonando. No he sido perfecta, ni lo pretendo. En estos años hubo batallas internas, pensamientos que me empujaron al borde. Mi mente muchas veces quiso ceder, quiso buscar atajos. Pero cada día elijo volver a empezar. Me perdono por lo que hice en el pasado, y también por los “casi” en los que estuve a punto de caer. Elijo creer que el amor existe, y que merezco vivirlo sin culpas, sin traumas, sin prisas. Con Dios, y a su tiempo. 8. Le pedí a Dios que dañara mis planes… si no venían de Él. Cuando tomé esta decisión, oré algo radical: “Señor, si algún día mi carne quiere hacer lo que mi alma no quiere, daña mis planes. Daña mis intenciones equivocadas. Quita de mí el libre albedrío en esta área si eso me protege de mí misma”. Y créeme, lo hizo. En estos años tuve oportunidades reales de caer, pero algo siempre se rompía, se caía, se bloqueaba. No era casualidad. Era Dios cuidando el deseo más profundo de mi corazón, incluso cuando mi voluntad flaqueaba. Le pedí que me ayudara a obedecer, y Él me respondió con amor y firmeza. ✨ La castidad no es una prisión. Es un acto de amor con uno mismo. Es libertad elegida. Y si alguna vez te caes o te confundes, no te castigues: regresa. Porque mientras haya fe, siempre habrá un camino de vuelta. 😅 Y te confieso algo... Siempre decía que llevaba 4 años… incluso cuando en realidad llevaba 2 o 3. No sé por qué, pero cada vez que alguien me preguntaba, respondía “cuatro”. Como si ya lo supiera mi alma. Y mira tú… al final, lo cumplí.
About
Robot
Legal
Privacy Policy