TODA tu rutina es una MIERD@ 🤮 Muchos catalogan ejercicios como “buenos” o “malos” sin entender la fisiología detrás del entrenamiento. Pero la realidad es más compleja: la mayoría de los ejercicios pueden inducir hipertrofia si cumplen ciertos principios mecánicos. Lo fundamental no es si el ejercicio está de moda o si genera congestión, sino qué tan eficiente es para aplicar tensión mecánica significativa sobre el músculo objetivo, cerca del fallo muscular, con buena tolerancia al volumen y posibilidad de sobrecarga progresiva. Todo ejercicio que logre eso, sirve. Pero no todos lo logran de forma eficiente. Algunos imponen más estrés articular que tensión útil, tienen un perfil de resistencia mal distribuido o limitan el recorrido útil de las fibras. Y a largo plazo, eso reduce la tasa de progreso o aumenta el riesgo de lesión. Por eso, más que pensar si un ejercicio “sirve” o no, hay que preguntarse: – ¿Genera buena alineación con la articulación y el vector de resistencia? – ¿Permite entrenar el músculo en su recorrido completo? – ¿Se puede sobrecargar de forma segura con el tiempo? – ¿Es tolerable dentro de un esquema semanal sostenido? La ciencia es clara: la hipertrofia se logra con tensión mecánica suficiente, proximidad al fallo y una progresión bien planificada. Pero el cómo se logra hace una gran diferencia en el desarrollo, la adherencia y la prevención de lesiones. No se trata de entrenar más duro. Se trata de entrenar mejor. Elegí ejercicios por su eficiencia fisiológica, no por su popularidad. - @_medinatomyy