@protegidopordio0: La frustración se apodera de nosotros cuando olvidamos quién tiene realmente el control. Pero Dios es soberano: no le afecta el caos ni la presión. Cuando dejamos de vivir como víctimas de nuestras circunstancias y empezamos a confiar en su autoridad, la paz sustituye a la confusión, y la claridad nos guía a la rendición.