@diariopeledafaby: Como melhorar a uniformização da pele com apenas com dois passos … A muito tempo pensava que minha pele não tinha mais jeito até procurar muito testar vários produtos que pudesse chegar em algo que sempre quis… #peleuniforme #porosdilatados #pelesemmanchas #manchasdeacne #skincarebrasil

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Monday 14 July 2025 19:16:15 GMT
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Comments

patrycyaya
Patrícia da Silva :
como amiga?
2025-07-14 21:59:50
1
jakelinemedeiros85
Jak :
Eu também quero !!
2025-07-19 18:10:31
1
ninja.jv1
ninja.jv1 :
como ????
2025-07-22 16:12:07
0
carolcosta313
carol costa :
me mandaaa
2025-07-24 19:21:05
1
sspinola
Simone Barros :
Eu tb quero !
2025-07-17 15:07:31
1
maria.clara46208
Maria Clara :
Mandaaaa
2025-07-17 12:45:38
1
suzaneevangelista1
suzaneevangelista1 :
Eu tbm quero!
2025-07-16 18:43:02
1
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El tiempo no se detiene por nadie. Avanza en silencio, sin prisa, pero sin pausa. Y mientras los días se escurren entre nuestras manos, muchas veces vivimos como si fuésemos eternos, como si siempre hubiera un mañana para decir lo que sentimos, para hacer lo que amamos o para cambiar aquello que ya no nos hace bien. La filosofía estoica nos invita a mirar la vida con claridad y responsabilidad. Séneca, uno de sus grandes exponentes, escribió: “No es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho”. Esta frase no es una queja, sino una advertencia. El problema no es cuánto tiempo tenemos, sino cómo lo usamos. Pasamos horas preocupándonos por el futuro o lamentando el pasado, pero olvidamos que la vida ocurre solamente en el ahora. “Memento Mori” —recuerda que vas a morir— no es una sentencia trágica, sino un recordatorio urgente de lo valioso que es cada instante. Porque todo lo que damos por hecho: las personas que amamos, los momentos de calma, los detalles simples del día a día, podrían no repetirse. Cada minuto que pasa es uno menos, y también una oportunidad más para vivir con propósito. La visión estoica no propone que tengamos miedo del tiempo, sino que lo abracemos. Que despertemos. Que dejemos de postergar lo esencial: la gratitud, la presencia, el amor, la paz interior. Cuando aceptamos que la vida es breve, aprendemos a vivirla con intensidad y sentido. El tiempo no vuelve. Pero tú sí puedes volver a ti. Respirar, soltar, decidir. No dejes para mañana la vida que puedes empezar hoy. Porque el tiempo corre… y no espera a nadie.
El tiempo no se detiene por nadie. Avanza en silencio, sin prisa, pero sin pausa. Y mientras los días se escurren entre nuestras manos, muchas veces vivimos como si fuésemos eternos, como si siempre hubiera un mañana para decir lo que sentimos, para hacer lo que amamos o para cambiar aquello que ya no nos hace bien. La filosofía estoica nos invita a mirar la vida con claridad y responsabilidad. Séneca, uno de sus grandes exponentes, escribió: “No es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho”. Esta frase no es una queja, sino una advertencia. El problema no es cuánto tiempo tenemos, sino cómo lo usamos. Pasamos horas preocupándonos por el futuro o lamentando el pasado, pero olvidamos que la vida ocurre solamente en el ahora. “Memento Mori” —recuerda que vas a morir— no es una sentencia trágica, sino un recordatorio urgente de lo valioso que es cada instante. Porque todo lo que damos por hecho: las personas que amamos, los momentos de calma, los detalles simples del día a día, podrían no repetirse. Cada minuto que pasa es uno menos, y también una oportunidad más para vivir con propósito. La visión estoica no propone que tengamos miedo del tiempo, sino que lo abracemos. Que despertemos. Que dejemos de postergar lo esencial: la gratitud, la presencia, el amor, la paz interior. Cuando aceptamos que la vida es breve, aprendemos a vivirla con intensidad y sentido. El tiempo no vuelve. Pero tú sí puedes volver a ti. Respirar, soltar, decidir. No dejes para mañana la vida que puedes empezar hoy. Porque el tiempo corre… y no espera a nadie.

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