elguasontyler :
Dicen que si te rechazan una vez, lo mejor es marcharte, que si no hay respuesta rápida, no vale la pena esperar. Pero yo no creo en eso. No creo que el amor funcione a base de impulsos inmediatos, ni que todo se trate de orgullo o de “amor propio” entendido como una barrera que no deja intentar. Porque, ¿qué es más fuerte? ¿Protegerte del rechazo o apostar por algo real aunque al inicio no sea perfecto?
Yo, por ejemplo, con mi novio no tuve que esperar una eternidad, pero sí tuve que entenderlo. Tres meses enamorándolo, sabiendo lo mal que lo había pasado, y en vez de desesperarme o mendigar cariño, decidí quedarme. Esperar. Escuchar. Porque las personas somos más que un “sí” o un “no”. Somos historias, heridas, miedos que a veces tardan en sanar. Y si yo estaba seguro de lo que sentía, ¿por qué huir a la primera negativa?
Me rechazó tres veces. ¿Y qué? ¿Acaso eso significa que no valgo? No. Significa que él necesitaba tiempo para volver a confiar. El problema es que la mayoría opina desde afuera, como si supieran todo, sin entender que hay emociones y procesos que no se ven, que necesitan paciencia y cariño para florecer.
El amor verdadero no es rápido, ni forzado, ni mucho menos inmediato. Es como una semilla: necesita tiempo, cuidado, y alguien que no se rinda al primer intento. Porque cuando esperas, cuando acompañas sin presionar, construyes algo más fuerte, más real.
Miren ahora: tenemos una relación sana, no peleamos por tonterías, y cuando lo hacemos, buscamos resolverlo, sumando los dos, no restando. Porque cuando el amor nace de la paciencia, no hay espacio para las guerras de ego, solo para la paz de saber que valió la pena esperar.
2025-07-25 12:17:30