Arcturus Aldrich :
Es urgente construir una nueva cultura policial, basada en principios democráticos y en la defensa incondicional de los derechos humanos. Para ello, se deben establecer canales reales para que los agentes puedan denunciar actos de corrupción, abuso o traición a la patria dentro de sus propias filas, sin temor a represalias. Ningún policía debe sentirse obligado a obedecer órdenes ilegítimas ni a proteger mandos corruptos. La verdadera lealtad no se debe al rango, sino a la Constitución, al Estado de derecho y al pueblo.
Cumplir una orden injusta no es cumplir con el deber: es traicionar el uniforme y todo lo que representa. La obediencia sin conciencia convierte a la fuerza en herramienta de opresión. Una institución verdaderamente honorable es aquella cuyos integrantes tienen el coraje de decir no cuando se les ordena violar la ley o los derechos fundamentales.
La reforma de la policía no puede seguir siendo cosmética o parcial. Es necesario revisar de raíz los reglamentos, los protocolos de actuación y los sistemas de formación. Ningún agente debe tener permitido actuar con brutalidad, cometer actos de violencia sexual, robar o secuestrar durante operativos o manifestaciones, y menos aún ampararse en la impunidad institucional. Estos crímenes no deben encontrar refugio en la excusa de “cumplir órdenes”.
Un cuerpo policial digno es aquel que se gana el respeto de la sociedad no por su poder, sino por su integridad. El país necesita una fuerza que no sea temida por la ciudadanía, sino respetada por su compromiso con la verdad, la justicia y la democracia. Solo así se podrá reconstruir la confianza entre pueblo e institución, y avanzar hacia un Estado verdaderamente justo y al servicio de todos.
Es urgente construir una nueva cultura policial, basada en principios democráticos y en la defensa incondicional de los derechos humanos. Para ello, se deben establecer canales reales para que los agentes puedan denunciar actos de corrupción, abuso o traición a la patria dentro de sus propias filas, sin temor a represalias. Ningún policía debe sentirse obligado a obedecer órdenes ilegítimas ni a proteger mandos corruptos. La verdadera lealtad no se debe al rango, sino a
2025-10-05 07:32:04