@veraexploraycrece: A veces nos imaginamos el cielo y el infierno como lugares lejanos, casi de cuento. Pero la realidad es que están mucho más cerca de lo que creemos: dentro de nuestra propia conciencia. Cuando estás en paz contigo mismo, cuando duermes tranquilo porque sabes que has hecho lo correcto, eso es el cielo. No importa si las cosas van mejor o peor fuera, tú estás bien por dentro. Pero si vas arrastrando culpa, rabia, miedo o remordimientos, aunque todo parezca perfecto desde fuera, estás viviendo un infierno. Al final, no se trata de un sitio al que vamos después de morir, sino de un estado en el que vivimos mientras estamos vivos. El cielo o el infierno no están en otro mundo, están en cómo llevamos el nuestro por dentro.