Las siglas como EDT, EDP, Parfum, Elixir o Cologne no son nombres al azar: indican la fuerza y concentración aromática del perfume, es decir, cuánta esencia pura contiene en comparación con el alcohol o el agua de la fórmula. Cada tipo tiene su propio propósito y personalidad: Eau de Cologne (EDC): representa lo más fresco y ligero. Pensada para aplicarse con generosidad y reponerse a lo largo del día. Eau de Toilette (EDT): equilibrio entre frescura y presencia. Es el formato más usado en fragancias cotidianas. Eau de Parfum (EDP): ofrece una experiencia más intensa y duradera, ideal para quienes buscan que su aroma los acompañe por horas. Parfum o Extrait de Parfum: es la versión más pura y lujosa. Su aroma se desarrolla lentamente, dejando un rastro profundo y sofisticado. Elixir: una evolución moderna del Parfum, donde la concentración y riqueza de las notas alcanzan su máxima expresión. Body Mist o Body Spray: versiones suaves pensadas para refrescar, sin la intensidad de un perfume tradicional. En conjunto, estas categorías ayudan a entender cómo se comporta un aroma en la piel, su intensidad, y cuándo conviene usar cada tipo según la ocasión o el gusto personal. #Perfumería #Fragancias #Aromas #EDT #EDP - @m.elegance8