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Les comparto el evangelio:
Todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). La paga del pecado es muerte (Romanos 6:23), y esa muerte no es solo física, sino espiritual: separación eterna del Señor. Dios declaró: "El alma que pecare, esa morirá" (Ezequiel 18:4). Esa era nuestra condena.Pero Dios proveyó salvación. Cristo vino, no solo para morir físicamente, sino para tomar nuestro lugar en el juicio eterno que merecíamos. Isaías 53:5-6 dice: "Mas él herido fue por nuestras rebeliones... y Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros". En la cruz, Jesús soportó el castigo completo, llevando nuestra condena, y su ALMA fue puesta en expiación (Isaías 53:10). Por eso clamó: "Consumado es" (Juan 19:30), indicando que la deuda fue pagada por completo. Jesús mismo dijo: "Yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar" (Juan 10:17-18). Él entregó su vida voluntariamente y resucitó con autoridad divina, demostrando que la muerte y el juicio fueron vencidos (Oseas 13:14). Este es el evangelio: "Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y fue sepultado, y resucitó al tercer día" (1 Corintios 15:3-4). No basta creer que Jesús existió, sino confiar con convicción (fe) en que Él llevó tu condena y cumplió el juicio que tu ALMA merecía. Dios manda a todos que se arrepientan (Hechos 17:30) y crean en el evangelio (Marcos 1:15). Si confiesas que Jesús es el Señor y crees que Dios lo levantó de los muertos y se arrepientan (Hechos 17:30) y crean en el evangelio (Marcos 1:15). Si confiesas que Jesús es el Señor y crees que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo (Romanos 10:9). La salvación es por gracia, no por obras (Efesios 2:8-9). Cuando crees, pasas de muerte a la vida (Juan 5:24). Ya no hay condenación (Romanos 8:1) y nada podrá separarte del amor de Dios (Romanos 8:38-39). Jesús dijo: "Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano" (Juan 10:28-29). Si Él ya pagó y fue juzgado en tu lugar, no puedes ser juzgado otra vez. Esa salvación es eterna y no puedes perder algo de lo que
2025-10-23 23:15:59