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owen.l03
OWEN ⚡️ :
🔥🔥🔥
2025-10-24 20:36:47
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world_top_picks
WORLD_TOP_PICKS :
We’ve already uncovered some insane finds, and honestly… this is just the beginning 😏🔥 The biggest heat hasn’t even dropped yet. The top treasures? Hiding in our bio — practical for daily life, affordable for any budget, and insanely 🔥. Go see what everyone’s talking about!
2025-10-24 22:58:01
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evelyn_giuliana28
Giulianaa🖤 :
que hombre 😍😍😍
2025-10-25 17:58:18
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brigadier25
Pablo G. :
Bueno déjame probar y te digo qué tal
2025-10-24 20:35:10
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No llores por el pasado: Levántate y Sigue El pasado es un eco, una sombra que a veces se alarga y amenaza con oscurecer el presente. Es un tapiz de recuerdos, algunos bordados con hilos de oro de la alegría y otros tejidos con las hebras ásperas del dolor, el arrepentimiento y la pérdida. Es natural, e incluso necesario, visitar ese territorio de vez en cuando, pero construir una morada permanente en sus ruinas es una sentencia autoimpuesta a una vida de quietud y melancolía. La invitación de la vida no es a negar el pasado, sino a no permitir que sus lágrimas ahoguen la semilla del futuro. La filosofía, desde la serenidad del estoicismo hasta la introspección del budismo, nos enseña una verdad fundamental: el pasado es inmutable. Como un río que ha pasado, no podemos hacer que sus aguas retrocedan. Aferrarse a lo que fue, a lo que pudo haber sido, es una batalla contra la naturaleza misma de la realidad, una lucha que solo puede generar sufrimiento. El filósofo estoico Epicteto nos recordaba que no son los eventos los que nos perturban, sino nuestras opiniones sobre ellos. El dolor del pasado, por lo tanto, no reside tanto en el hecho en sí, sino en la narrativa que seguimos contándonos sobre él. Desde una perspectiva psicológica, rumiar constantemente sobre los errores y las heridas pasadas es un camino directo a la ansiedad y la depresión. Es como reabrir una herida una y otra vez, impidiendo que cicatrice. Dejar ir no es un acto de olvido, sino de liberación. Es un acto consciente de soltar la carga emocional que nos ancla, creando así un espacio mental y emocional para nuevas experiencias, relaciones y crecimiento personal. Al liberarnos del peso del ayer, ganamos claridad, paz interior y la capacidad de enfocarnos en el único momento que realmente poseemos: el ahora. Pero, ¿cómo nos levantamos cuando el peso del pasado nos ha doblegado? La respuesta reside en una de las cualidades más admirables del espíritu humano: la resiliencia. La resiliencia no es la ausencia de cicatrices, sino la capacidad de sanar a su alrededor, de encontrar fuerza en la fragilidad y de transformar la adversidad en un catalizador para el crecimiento. Es el arte de
No llores por el pasado: Levántate y Sigue El pasado es un eco, una sombra que a veces se alarga y amenaza con oscurecer el presente. Es un tapiz de recuerdos, algunos bordados con hilos de oro de la alegría y otros tejidos con las hebras ásperas del dolor, el arrepentimiento y la pérdida. Es natural, e incluso necesario, visitar ese territorio de vez en cuando, pero construir una morada permanente en sus ruinas es una sentencia autoimpuesta a una vida de quietud y melancolía. La invitación de la vida no es a negar el pasado, sino a no permitir que sus lágrimas ahoguen la semilla del futuro. La filosofía, desde la serenidad del estoicismo hasta la introspección del budismo, nos enseña una verdad fundamental: el pasado es inmutable. Como un río que ha pasado, no podemos hacer que sus aguas retrocedan. Aferrarse a lo que fue, a lo que pudo haber sido, es una batalla contra la naturaleza misma de la realidad, una lucha que solo puede generar sufrimiento. El filósofo estoico Epicteto nos recordaba que no son los eventos los que nos perturban, sino nuestras opiniones sobre ellos. El dolor del pasado, por lo tanto, no reside tanto en el hecho en sí, sino en la narrativa que seguimos contándonos sobre él. Desde una perspectiva psicológica, rumiar constantemente sobre los errores y las heridas pasadas es un camino directo a la ansiedad y la depresión. Es como reabrir una herida una y otra vez, impidiendo que cicatrice. Dejar ir no es un acto de olvido, sino de liberación. Es un acto consciente de soltar la carga emocional que nos ancla, creando así un espacio mental y emocional para nuevas experiencias, relaciones y crecimiento personal. Al liberarnos del peso del ayer, ganamos claridad, paz interior y la capacidad de enfocarnos en el único momento que realmente poseemos: el ahora. Pero, ¿cómo nos levantamos cuando el peso del pasado nos ha doblegado? La respuesta reside en una de las cualidades más admirables del espíritu humano: la resiliencia. La resiliencia no es la ausencia de cicatrices, sino la capacidad de sanar a su alrededor, de encontrar fuerza en la fragilidad y de transformar la adversidad en un catalizador para el crecimiento. Es el arte de "rebotar", de adaptarse y de encontrar un nuevo sentido después de la tormenta. Desarrollar la resiliencia es un proceso activo y consciente. Comienza con la aceptación radical de que el pasado no puede ser cambiado. A continuación, implica el cultivo de la autocompasión, tratándonos con la misma amabilidad que ofreceríamos a un amigo en apuros. Se fortalece a través de la reestructuración de nuestros pensamientos, desafiando las narrativas negativas y buscando lecciones en lugar de lamentos. La resiliencia se nutre de las conexiones sociales, del apoyo de aquellos que nos rodean y de la búsqueda de un propósito que nos impulse hacia adelante. Levantarse y seguir no significa que el camino por delante será fácil o que las cicatrices desaparecerán por completo. Significa elegir la esperanza sobre la desesperación. Significa dar un pequeño paso, y luego otro, incluso cuando nuestras piernas tiemblan. Significa celebrar las pequeñas victorias y ser pacientes con nosotros mismos en los días difíciles. Así que, seca tus lágrimas por lo que fue. Honra las lecciones aprendidas, atesora los buenos recuerdos que te fortalecen y libera el dolor que te frena. El sol de un nuevo día te espera, no detrás de ti, sino delante. Levántate, respira hondo y da el primer paso hacia el futuro que te mereces construir. El pasado es un capítulo leído; es hora de empezar a escribir el siguiente. #paratii #creatorsearchinsights #superacionpersonal #cambiatuvida #amorpropio

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